ORGULLO SEVILLISTA

Un año más he renovado mi carnet con el Sevilla FC. No sé qué número tengo, porque lo he hecho online y hasta que no lo recoja no lo sabré. Pero me da igual. Siempre me dio un poco igual, aunque en las finales uno se acordara y no parara de hacer cuentas para aquello de ¿llegará a mi número? ¿tendré entrada?

Qué ganas y qué ilusión. Es ese cosquilleo que se siente siempre por esta época, por pretemporada, cuando sabes que se está cocinando algo y que te despierta el gusanillo de la ilusión. No sé los fichajes que vendrán, no sé si son buenos, malos, pero siempre me ha dado igual, como los que se han ido, nunca me ha dado pena la marcha de ningún futbolista, porque mi equipo era el mismo y siempre ha sabido renovarse y hacer plantillas en condiciones. Algunas mejores, algunas peores, pero han estado ahí. Yo siempre estoy ilusionado con el Sevilla...

Y es curioso que, conforme pasan los años, más ganas tengo de volver al Sánchez Pizjuán, más ganas tengo de subirme a Gol Norte y ver al Sevilla FC.


Lo de este año pasado ha sido increíble. Cómo puede ser que haya llorado tanto en tan poquito tiempo, si no es la primera vez que lo hacíamos, si no es la primera final que el sevillismo movía tantos corazones y ganaba un título... cómo puede ser que lo pasara tan mal en unos octavos de final o en una semifinal, si las eliminatorias que hemos visto años anteriores eran casi peores y éramos unos novatos en esto...

Yo creo que, como sevillista, uno va cargando su mochila, o su bufanda mejor dicho, con experiencias únicas e irrepetibles, voy acumulando partidos, jugadores, arbitrajes, eliminatorias... y le voy dando cada vez más valor a lo que vivo. Sueño con el abrazo entre amigos cuando el Sevilla FC gana, sueño con el paseo cabizbajo con mi padre de vuelta del estadio cuando el Sevilla FC pierde, sueño con alguna hora de autobús para poder ver al Sevilla FC jugar fuera, sueño con el grito de un gol o con el Himno del Centenario a capella en el Sánchez Pizjuán o allá por donde vayamos los sevillistas. Sueño con seguir soñando cada año.

Pues toca soñar. Otro año más, Sevilla, vengo a verte.